Siempre he sostenido que entre Europa y Latinoamérica hay un quiebre cultural absolutamente cierto, notorio y lógico pues no por gusto a Europa se le llama el viejo continente...
En Roatan las dos veces que he ido he podido darme cuenta que las europeos tienen su cultura de viajar por el mundo con ganas de tragarse el mundo, viajan con su mochila grande, escriben todas las noches en su diario personal y son desapegadas de su familia en cuanto a viajar solos.
La breve anécdota que siempre cuento yo de mis viajes es una suiza lindísima que todas las noches la veía escribiendo en su diario de sus aventuras en la isla hondureña-caribeña, qué disciplina de poder guardar en sus memorias ese viaje, me comentó que había ahorrado 2 años para ese viaje por el Caribe pues ya había visitado Belice, estuvo en Roatan unos dias y se dirigía a Barbados ¡Increible!.
El viejo continente tiene sus enormes bondades, riquísima en historia de todo tipo, lugares cosmopólita, gastronomía y clima variado. Europa, Europa...
Todos los que amamos viajar soñamos con conocer Europa, vivir esa excelente experiencia de viajar desde las Américas hacia Europa, sólo pensar que nos vamos en un avión cruzando el Océano Atlántico es apasionante y no alcanzan las palabras para imaginar tal cosa, desde luego, es cansado y da mucho nerviosismo cuando se viaja por los tiempos de sueño, comida y ocupaciones diarias pero vale la pena viajar, es una actividad extraordinaria.
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