Ha comenzado otra Asamblea General de las Naciones
Unidas, la septuagésima tercera edición en la que los diferentes Estados
miembros de la Organización pronuncian sus discursos y muestra ante la
comunidad internacional de su actual radiografía de la política exterior que
está sucediendo al interior de su país hacia afuera. Sin lugar a dudas en ese
histórico estrado multilateral se esperarán discursos sobre la
desnuclearización en países del Medio Oriente, la problemática mediáticamente
apaciguada entre las Coreas, la crisis sociopolítica y humanitaria en Venezuela
y Nicaragua, la lucha contra la corrupción, la migración internacional y sus
soluciones, avances y retrocesos en el cumplimiento de los objetivos de
desarrollo sostenible (la agenda 2030) entre otros temas.
En las afueras del edificio de la Organización de las
Naciones Unidas el fin de semana previo a este cónclave mundial, se tenían
protestas de ciudadanos africanos específicamente de la República Democrática
del Congo que exigen que la ONU sea más transparente con su trabajo en su país,
el miércoles 26 de esta semana se esperaba la intervención del presidente
Ortega de Nicaragua y la comunidad nicaragüense en Nueva York preparaba una
protesta fuera de esta Asamblea para exigir el respeto irrestricto de los
Derechos Humanos en ese país.
La ausencia del presidente Daniel Ortega de Nicaragua
promueve más suspicacias en la comunidad internacional que no desea asistir por
temor a un aislamiento internacional por la represión a estudiantes
universitarios y sacerdotes que actualmente sucede en toda Nicaragua. El Nuncio
Apostólico en Nicaragua S.E.R Monseñor Stanislaw ha instado al gobierno a un
diálogo transparente y sincero.
Podríamos augurar que la ONU respete la libre protesta y
expresión ya que burla la integridad física de los periodistas que intentan
hacer su trabajo, habitualmente sucede, con Innercity Press, actitud que desde
diversas tribunas editoriales su servidor ha estado cuestionando siendo la ONU
la encargada del respeto irrestricto al derecho internacional, por ende, la
libre prensa va implícita.
Desde luego, los discursos mundialmente esperados son los
de los países del G7, el rol de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad ha
puesto en relieve la crisis migratoria de Venezuela y además la coyuntura de
Nicaragua. Trudeau y Pedro Sánchez (mandatarios de Canadá y España
respectivamente) se reunieron en Canadá previamente para discutir temáticas de
interés y fortalecer sus relaciones diplomáticas ya existentes.
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