lunes, 9 de julio de 2018

Los biosimilares abren las puertas a una mejor calidad de vida



Elaborado por: Eduardo Cioppi 
Miembro del Comité de dirección de mAbxience

La llegada de los medicamentos biosimilares ha tenido una repercusión muy significativa en el ámbito de la medicina por varios motivos: posibilitan el acceso a un mayor número de pacientes, mejoran la calidad de vida, amplían el abanico de opciones terapéuticas y contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas de salud de todo el mundo.
Como ocurrió con la llegada de los medicamentos genéricos, su implantación supone un importante ahorro para los Estados. Sólo en España, los medicamentos genéricos le han ahorrado a la sanidad pública desde que llegaron al país, hace 20 años, alrededor de 20.000 millones de euros, 1.500 millones de euros al año.

Cuando hablamos de medicamentos biosimilares nos referimos a fármacos biológicos, con moléculas complejas de un tamaño mucho mayor, que requieren para su producción organismos vivos y con un proceso de fabricación mucho más complicado, todo ello basado en la biotecnología. La insulina para los diabéticos, o los anticuerpos monoclonales para el cáncer, que han salvado la vida a miles de mujeres con cáncer de mama, son ejemplos de medicamentos biológicos.

En los últimos años, los medicamentos biosimilares también están haciendo que el precio de los biológicos descienda, aunque de una forma menos pronunciada, pero llegando a reducciones de entre un 20 a un 40%, lo que beneficia a pacientes y sistemas de salud. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) ha publicado que el costo actual para el desarrollo de un biosimilar es de unos 300 millones de dólares, significativamente más elevado que el coste de desarrollo para una pequeña molécula genérica.

Según la consultora IMS Health, solo en España, se calcula que los biosimilares podrían suponer 1.500 millones de euros de ahorro entre 2014 y 2020, si se incorporaran las versiones libres de todos aquellos medicamentos biológicos, una vez que éstos carecen de derechos de exclusividad. Este ahorro se podría incrementar a partir de 2020 como consecuencia del ritmo de expiración de las patentes de medicamentos biológicos.

 Los medicamentos biosimilares son producidos de acuerdo a las más estrictas exigencias establecidas por las agencias reguladoras de salud, y deben garantizar los estándares más altos de eficacia, seguridad y calidad, así como demostrar ser comparables al medicamento innovador de referencia a través de un exhaustivo ejercicio de similaridad.
Este es el caso de los medicamentos biosimilares de mAbxience, compañía biotecnológica internacional, especializada en la investigación, desarrollo y fabricación global de medicamentos biosimilares, parte del grupo farmacéutico Insud Pharma, antes Grupo
Chemo, que cuenta con dos plantas de producción de última generación, una de ellas en Argentina.

Desde que están disponibles en Latinoamérica, los medicamentos biosimilares de mAbxience han sido utilizados con éxito en más de 10.000 pacientes de la región, con más de dos años de seguimiento, demostrando efectos similares a los originales en la mejoría de la calidad de vida y su prolongación.
Los biosimilares son una alternativa que ya ha permitido ahorrar -y lo seguirá haciendo- a los sistemas nacionales de salud, promoviendo la sostenibilidad de los mismos y garantizando el acceso de los pacientes a los medicamentos.


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