Publicado en Diario El Mundo 4 de Septiembre 2018 |
Cada vez que paso frente a Casa Presidencial me da mucho
orgullo ver el busto conmemorativo al Dr. José Gustavo Guerrero que fue un
diplomático salvadoreño que definitivamente es ejemplo para muchos en las
generaciones presentes y venideras pues ha sido el único en lograr escalar tan
alto e organizaciones internacionales y/o puestos diplomáticos de ello. Fue el
primer presidente de la Corte Internacional de Justicia en 1946, cada
estudiante y profesional internacionalista debemos siempre tener grabado esto en
nuestra cabeza.
Ahora bien ¿porqué en el presente artículo se ha
realizado una breve mención de este maestre diplomático salvadoreño? Pues se
abordará en este artículo de forma concisa y breve de El Salvador y sus
relaciones internacionales, ya que hoy en día se conversa mucho en círculos
familiares y sociales las actuales coyunturas de política exterior que el país
nos ha dejado en bandeja de plata y muchos que son ávidos a escuchar opiniones
de terceros se mueven mucho para lograrlo.
Próximamente se verá ya en El Salvador al nuevo Nuncio
Apostólico acreditado en El Salvador nombrado por el Papa Francisco quien es
Monseñor Santo Gangemi de origen italiano y que definitivamente todos auguramos
que sea un pastor que pueda influir en nuestros corazones para poder aprehender
de la palabra de Dios y seamos un mejor país. La Nunciatura Apostólica embajada
de la Santa Sede ha sido sumamente importante en el camino de la paz social
sobre todo en la década de 1980 en los diálogos que se sostuvieron para llegar
hasta Chapultepec en 1992. La Santa Sede y El Salvador gozan de una maravillosa
relación diplomática, ojalá siempre se mantenga esta armonía.
Además, Estados Unidos siendo nuestro socio comercial más
importante ha tenido ya una importancia de lazos sociales y familiares con El
Salvador de forma impresionante, casi 3 millones de salvadoreños viviendo en
Estados Unidos y enviando remesas que son miles de millones según el Banco
Central de Reserva de El Salvador. Eso un ejemplo pero además, Estados Unidos
ha sido fundamental en el progreso de FOMILENIO I y II, construcción de
escuelas, asistencia técnica en distintas áreas de la economía. Debemos tener
una buena diplomacia con nuestro mayor socio comercial, evitando
confrontaciones y procurando siempre una cordialidad con la representación
diplomática estadounidense en el país.
También en este artículo se menciona la importante
relación que debemos conservar con países asiáticos: Corea del Sur y Japón dado
que son socios estratégicos no sólo desde el punto de vista comercial sino que
también desde el punto de vista académico, social y hasta familiar pues hay
muchísimos becarios salvadoreños en dichos países preparándose en su educación
superior. ¡Enhorabuena!. Con Japón podemos aprovechar al máximo su visión de infraestructura
en los polos de desarrollo y además la disponibilidad que tuvieron desde un
inicio en lo que hoy se conoce como Puerto de La Unión.
La mejor forma de agradecer a ambos países manteniendo
una relación de cordialidad, una apertura hacia sus exhortaciones a mejorar
nuestra competitividad de mercado y comercial. La mejor manera es echando a
andar el Plan Maestro que Japón a través de su Agencia Internacional de
Cooperación realizó hace años y que sólo procura el desarrollo de la zona
Oriental pero que desde luego va a beneficiarnos a todo el país, ojalá a así se
vea al Japón como un amigo de El Salvador que quiere un bien para todos
nosotros.
La Unión Europea siendo un ejemplo de integración ha
sabido cómo asociarse con nosotros: el Acuerdo de Asociación con la Unión
Europea (AACUE) con cuatro pilares: comercio y cooperación los más importantes
en el que participan también demás países centroamericanos pero que el
triángulo Norte ha sido la verdadera prioridad. Es impresionante cómo las
negociaciones para llegar a un feliz término se dieron y es aquí donde El
Salvador puede ver una oportunidad para ser mejores teniendo más exportación de
productos hacia los mercados europeos, por ejemplo, el café salvadoreño con
todas las crisis que se ha tenido, sigue en pie y Europa es un nicho de mercado
poco explorado. Además, la Unión Europea ha sido observadora en las elecciones
recién pasadas, muestra que son países de vocación democrática y nos invitan a
imitar su ejemplo, ojalá, repito, ojalá se vea así porque así es.
Nuestra política exterior se debe ver de carácter
estadista, pensando en las generaciones venideras. Japón, Corea del Sur,
Estados Unidos y la Unión Europea son países de corte democrático y
representativo que debemos tomar escuela de ellos.
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