domingo, 25 de octubre de 2015

¡Si unificamos las aduanas, ganamos todos!

Refiriéndome al caso de la Unión Aduanera entre la república de Guatemala y El Salvador, que son países participantes de un sistema de integración económica centroamericano, en ello va implícito el tema comercial bilateral que desde luego es de vital importancia para poder hacer más visible el desarrollo económico tan anhelado por nosotros los centroamericanos.

Con datos oficiales en el primer semestre del año en curso, nuestra vecina Guatemala representa el 13% de exportaciones totales para El Salvador, según datos de comercio exterior del Banco Central de Reserva de El Salvador, como también estadísticas proporcionadas por el Banco De Guatemala en donde El Salvador representa el 15% dentro de una cifra absoluta centroamericana del 36.5%, dato estadístico que ubica a El Salvador como el socio mas importante para Guatemala en las exportaciones centroamericanas totales.

De igual forma el organismo Promotor para las Exportaciones e Inversiones en El Salvador (PROESA) en un estudio de mercado presentado en el mes de Mayo del año corriente, destaca que Guatemala con El Salvador representa el 55% del comercio de bienes con $ 17,500 millones y $2,750 millones en servicios, reflejando la conexión entre ambas economías. 

El Banco Central de Reserva de la República de El Salvador  a finales de Junio del presente año afirmó que “Los socios comerciales con mayor participación fueron: Guatemala y Honduras con US$ 606.6 millones. Ambos países representan el 70% del total exportado.

Concatenando lo anteriormente mencionado hay convenios promotores de Uniones Aduaneras entre Guatemala y El Salvador en los que principalmente se busca tener una fuerte afluencia turística, comercial y de negocios, desafortunadamente, existen enormes inconvenientes a causa de tardanzas  burocráticas en las respectivas aduanas terrestres al momento de cruzar con dichas finalidades en ambas repúblicas.

Existen enormes problemas en puestos fronterizos que ralentiza absolutamente a que este comercio bilateral se vea mejorado y facilitado; ejemplo de ello, el descuido en infraestructura en que se encuentra el puente que nos une con Guatemala de Las Chinamas a Valle Nuevo para todo transporte de carga pesada (furgones y rastras principalmente) limita el tránsito a furgones inferiores a 18 toneladas. Se puede deducir con facilidad que no hay voluntad gubernamental en mejorar el estado de la infraestructura de dicha frontera.

Se ha tenido y se sigue teniendo una ausencia de coordinación interinstitucional por un desinterés de Estado sobre todo en la última década, a consecuencia de ello- entre los principales problemas- un transportista de carga en la frontera La Hachadura- Pedro de Alvarado -frontera que en su mayoría es para fines de intercambio comercial- solo para cruzar frontera y esperar que todo trámite aduanero se realice hace una espera de 20 a 24 horas aproximadamente que muchas veces esto se prolonga aún más por problemas con causas políticas de ambos territorios.

Para concluir, estas tardanzas en puestos fronterizos aleja toda posibilidad de mayor inversión con la vecina república como una de las principales razones, esto crea una exigencia que debe tenerse como planificación estratégica de Estado-no de gobierno-  el tema logístico terrestre, ya que por la vía mencionada es donde se tiene mayor flujo comercial dentro de la región centroamericana específicamente con Guatemala, de no ser así nuestros países se quedan atrasados en posicionamiento logístico-comercial por una carencia de la verdadera facilitación del comercio y la unión de aduanas, acciones que condenan al retroceso de nuestro país en la era global.

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